martes, 10 de agosto de 2010

MITOLOGIA WAYUU








MITOLOGIAS WAYUU
HISTORIA DE LA CULTURA WAYUU

Los Wayúu son gente de arena, sol y viento, llevan adentro la moral del desierto, han resistido durante siglos en la península de la Guajira, son grandes artesanos, y comerciantes, luchadores incansables por sus derechos históricos, que han sido muy violentados por la discriminación y el racismo.

Distribución: Habitan en el estado Zulia, Mérida y Trujillo y su territorio originario es denominado la Guajira, en el Municipio Páez, habitan entre Colombia y Venezuela, porque son anteriores a la creación de los estados nacionales, que no tomaron en cuenta su historia y sus costumbres al momento de establecer los limites geográficos. Es una zona casi desértica y consecuentemente muy seca y árida, por ello una de sus necesidades y solicitudes más frecuentes es la democratización del agua y la posibilidad de acceso al agua potable.


Población: Es el pueblo más numeroso del país, representan aproximadamente el 10% de la población del estado Zulia, sobrepasan los trescientos mil habitantes.


Idioma: Pertenece a la familia Arawak y se denomina Wayuunaiki.


Vivienda: Aún hoy día observamos diversos tipos de vivienda desde las enramadas más sencillas, hasta los bohíos, y cocinas o fogones elaborados con bellos entramados de madera, generalmente también en la vivienda se observa el paso de la interculturalidad.


Agricultura: La agricultura se practica a pequeña escala, pero tiene menos importancia que el pastoreo que es la base
Caza y Pesca: Lo hacen en menos escala, pero también existen wayuu pescadores.

Artesanía: La industria más desarrollada es la textil, seguida por la cerámica. Las mujeres son expertas tejedoras y han conservado los bellos diseños tradicionales en las hamacas, en las mantas, que son los trajes que usan las mujeres y en los susu, que son las carteras tejidas, así han desarrollado también numerosos objetos de utilidad tejidos con colores muy vistosos.



Organización Social: La sociedad wayuu presenta una estructura compleja, es de carácter matrilineal y clánica, teniendo unos 30 clanes. Cada uno con su propio territorio y su propio animal totémico. Existen todavía las autoridades tradicionales, y existe una forma específica de administrar justicia, las figuras de los putchipu que son los portadores de la palabra y también los que ayudan a resolver conflictos entre los clanes. Dentro de la familia extendida, la autoridad máxima le corresponde al tío materno, que es quien interviene en todos los problemas familiares y domésticos. Dentro de la familia nuclear, los hijos son dirigidos prácticamente por el hermano de la madre y no por el propio padre biológico. La mujer tiene un papel muy importante se puede decir que es la conductora y organizadora del clan y políticamente son muy activas en su sociedad, son también muy activas e independientes.



Matrimonio: El matrimonio siempre se contrae con una persona de otro linaje uterino, con la particularidad de que implica, por parte de los padres del hombre, el pago de una dote a los padres de la mujer. Los wayuu practican ocasionalmente la poligamia, que constituye un marco de prestigio. Dentro de la sociedad wayuu, la mujeres desempeñan un importante papel social.



Ritos: Los wayuu tienen shamanes masculinos y femeninos, quienes para sus curaciones utilizan las técnicas tradicionales: canto con maraca, uso de tabaco, succión de los elementos patógenos, etc.



Ritos funerarios: Los huesos del difunto se colocan en una urna funeraria y las mujeres deben bañar al difunto. Se realizan dos entierros.



LA YONNA

Comúnmente llamada danza Chichamaya, la Yonna es considerada la manifestación folclórica zuliana más auténtica, pues simboliza el enorme patrimonio cultural albergado por la etnia wayúu, además de mostrar el sincretismo presente en la cultura venezolana al coincidir con la celebración católica de San Bartolomé, el 24 de agosto.



La Yonna es un rito comportamental de múltiples connotaciones simbólicas que mantiene dentro de la cultura guajira tres atributos esenciales: búsqueda del equilibrio social, solidaridad colectiva y relación entre el cosmos y el hombre. Básicamente los wayúu se reencuentran a través de este baile que consolida y perpetúa sus tradiciones.



El kasha o caja, único instrumento utilizado en esta celebración, imita los diferentes sonidos del mundo wayúu; con su toque se inicia la celebración.



En la parte superior se sostiene con aros de madera cardón. Las baquetas llamadas Shieera kasha están labradas en madera de curarire en forma de pene o de cabeza de serpiente.



El kasha va apurando el ritmo para atraer a los wayúu, quienes buscando olvidar los momentos difíciles y fortalecer los vínculos de solidaridad van a la celebración.



Previamente, se limpia una extensión de terreno, que será el Pioui, círculo que describe los aros del espacio terráqueo y los círculos lunares. En ese espacio tendrá lugar la Yonna o Yonnakat durante una o varias noches. Es un baile en honor a la luna kashí.



La danza se ejecuta por parejas, primero sale el hombre, da media vuelta a la izquierda o a la derecha e invita a la mujer lanzando una exclamación: “¡wasei!¡pusaja!¡mirroua!”; ella, con un giro completo, acepta y así se inicia el baile.



Se le considera una danza libre; sin embargo, sí está constituida por ciertas secuencias que son marcadas por el tamborero: Skua kaarai o karaikuya (los pasos del alcaraván), Shi chirai´ra Majayülü (movimiento de los senos de la señorita),Sukua Patajuwa (pasos de cataneja) y Jayamulerüyaa (hacer como las moscas, única parte donde varias mujeres bailan alrededor de un solo hombre).



A lo largo del baile la mujer persigue al hombre al son del tambor. Ella va abriendo la manta con ambas manos y él se desplaza hacia atrás con largos pasos evitando caerse. Finalmente cuando ya no puede más, cae e inmediatamente ambos son reemplazados por otra pareja. Si el hombre abandona el baile por cansancio, sin ser tumbado, es felicitado por los otros varones y a la mujer se le reconoce su elegancia.



Para la Yonna, las mujeres utilizan trajes especiales y coloridos llamados Ashein y un pañuelo de colores. Este atuendo va acompañado de collares, pulseras de oro y aretes que se colocan en los tobillos para que suenen al bailar. El traje del hombre se llama She´i y es una manta cosida por un lado con una abertura en el centro.



En la cabeza lleva un Karatse (aro tejido de paja) con borlas de lana de muchos colores y un penacho de plumas de pavo real o de gallo fino.



Ambos van maquillados según el motivo de la celebración.

TRADICIÓN

El baile Chicha Maya se ejecuta para celebrar una serie de acontecimientos: la recolección del grano, la abundancia de la cosecha, agradecimiento a Maleiwa, el creador, y también para que las siguientes cosechas sean iguales o mejores; para presentar a las jóvenes majayur en sociedad, luego del encierro; y por alguna revelación a través de los sueños, se le agradece a Seyúu, espíritu protector

También evita infortunios, enfermedades y muertes. La Yonna se considera una vía para mantener la armonía entre los wayúu. A la hora de llevar a cabo la Yonna, se sacrifican chivos, ovejos y ganado vacuno para que los asistentes y el seyúu queden satisfechos. Los wayúu constituyen una de las etnias más numerosa. Ellos han luchado contra la transculturización, a través de sus bailes y su música para preservar la personalidad y la tradición del grupo.


MIS MITOS WAYUU

ORIGEN DEL MUNDO



Wayúu



Las ideas cosmogónicas están expresadas por la etnia Wayúu de la siguiente manera. Existe el héroe cultural más importante que es Maleiwa o Ma.lei’wa, a quien atribuyen los guajiros la creación de todas las cosas y por supuesto a los Wayúu. Apunta el autor guajiro Miguel A Jusayú (1977) que Ma.lei’wa (Dios) no se sabe exactamente desde qué época se empieza a llamarse maléiwa a Dios porque en el concepto guajiro no hay deberes u obligaciones que cumplir con Ma.lei’wa.” (Jusayú, M A -1977:500).



En cuanto a la cosmología, Los Wayúu consideran que el mundo esta conformado por una capa superior o “techo sólido azul” constituido por el firmamento, “sostenido por alguien o algo”, según el autor guajiro Miguel A Jusayú, en nota referida al popular relato “Ni era vaca ni era caballo”. (Jusayú, M A – 1986:15). Luego siguen la tierra y finalmente un inframundo poblado. En un mito recogido por M Perrín (1979), llamado “Los Akalakui” se dice que: éstos viven en las entrañas de la Tierra y la tierra donde viven es Pulowi. Tienen la estatura de niños pequeños y van en grupos numerosísimos y atacan al os hombres de muchas maneras.” Y agrega el mismo autor que: “A esos seres sobrenaturales los guajiros los llaman también akalapui o puuraata”. (Perrin, M – 1979:120). Acá vale la pena anotar que en algunas otras etnias de estirpe Caribe, existen en sus concepciones cosmológicas, mundos subterráneos, generalmente con agua pero poblados por seres pequeños.







EL PRIMER HOMBRE



En la extensa mitología de la etnia Wayúu, existe un personaje mítico, llamado Maléiwa o Mareiwa, a quien se le atribuye la creación de los Wayúu. Johannes Wilbert (1962) menciona a la deidad Mareiwa que: “Se preocupa continuamente del hombre. El manda el bien y los castiga cuando se comportan mal. Tiene un arma que funciona con descarga explosiva. No se sabe como es, no se ha visto nunca, como no se ha visto a Mareiwa mismo”. (Wilbert, J – 1962:112) En un mito recogido por M Perrin (1979) refiere: “Los primeros Guajiros y sus clanes surgieron de Wotkasainru, una tierra en la alta Guajira. Fue Maléiwa quien los fabricó. Eso es lo que dicen los ancianos /…/ Maleiwa hizo también los hierros para marcar cada clan /… Luego Maléiwa repartió el ganado /…/ puso entre sus manos cuchillos. Distribuyó machetes –Las armas serán para matar gente, esto es para cortar y preparar el alimento de ustedes- /…/ Les dio también una pala –Con esto trabajarán para su mujer, para su madre y para su suegra- /…/ Acuérdense bien de lo que vengo de decir, dijo Maléiwa”. (Perrin, M – 1979:190). Según este mito el héroe cultural no solamente crea a la etnia, separada de los alijuna sino que, además la organiza en clanes (y su respectivo tótem) y distribuye el territorio, les entrega herramientas y dicta instrucciones referidas a la relación con la mujer, sea esa esposa, madre o suegra. Pero además en el mito se cuenta que Maléiwa también creó todos los animales, los domesticables, las aves, las serpientes, etc. (Perrin, M – 1979:190-193).







LOS FENÓMENOS NATURALES.-



DÍA Y NOCHE



El día tiene la misma designación quepara el Sol, es decirKai’.Sinembargo poseen nombres para partes del día como por ejemplo:kale’ues mediodía; alíuka, por la tarde. Wáttaasignifica mañana. En cuanto a la noche ai-kat, aikai.De noche:áipa’a.Anoche:áipa’ainka; kojóoshiá,la noche está nublada. Elcrepúsculo esmisatshi.La neblina yel rocío sonmisáiymánnuuya;



RAYOS Y TRUENOS



Los Wayúu nombran al relámpago con los nombres de ayá, ayáuá, ayaa. Al rayo lo designan como aka’püla juya, esta designación. contiene la partícula juyá, en evidente referencia a la lluvia y el verbo relampaguear es aka’pülauá o aka’pütauá. El trueno lo llaman atírila-kat. Según un mito relatado por J Wilbert (1962) se informa que tanto el relámpago como el trueno, son obra de Maleiwa “para demostrar su enojo por actuaciones indebidas de la gente” (Wilbert, J – 1962:112). En otro mito recogido por M Perrin (1976) titulado “La lluvia y los agujeros de los jokooche’e” se menciona: “Igualmente cerca de Neimalu hay una tierra pulowi. De noche sus relámpagos. De día está habitada por los jokooche’e –lagartos oscuros que lanzan sus cabezas hacia delante e hinchan la gran bolsa amarilla y roja de su cuello, en la dirección de los relámpagos, antes que llueva...” Vale decir que los lagartos anuncian de alguna manera la cercanía de las lluvias, precedidas por los relámpagos. (Perrin M – 1993:100-101). La lluvia sin relámpagos es mayánamiiñ, la llovizna es meémetaa y el verbo lloviznar es meméetaa.



ARCO IRIS



El arco iris es designado en el idioma Wayúu, como Kásipoliiñ ó Kasipoluin. En un mito, relatado por J Wilbert (1962) se dice que los Wayúu atribuyen la creación del arco iris a Maleiwa “para hacer cesar la lluvia” (Wilbert, J 1962:112) Hay una referencia al arco iris en la mitología Wayúu, dentro del mito “Lluvia y arco iris” recogido por M Perrin (1979) el cual comienza “Si no hubiera arco iris llovería sin cesar. Pero Arco iris se levantó para espantar a Lluvia. Arco iris sale al mismo tiempo que el. – ¡Atrás lluvia! le grita. /…/ Dicen que el arco iris es una serpiente, la lengua de una serpiente que vive bajo la tierra, como una raíz. Lo que le sale de la boca es triple: verde y azul, rojo y amarillo. Pero la serpiente misma es única, y tiene el color de lo que emana. Cuando Lluvia monta en cólera, dispara a la serpiente y le pega.” Agrega Perrin un dato interesante “algunos dicen que, más precisamente sale de una boa”. (Perrin, M – 1979:58 y 78). Este mismo mito se halla en una versión parecida entre los Caribe. También se inserta en esta última obra, otro mito titulado “El arco iris y el caimán”, según el cual el arco iris brotó de la boca de un caimán maliwüa de cuya boca salía el arco iris, en presencia de un cazador. (Perrin, M – 1993:102-103). Es oportuno mencionar a este respecto que, el personaje Lluvia (Juyá) es masculino para los Wayúu. Así mismo, que el arco iris está vinculado, para muchas otras etnias sobrevivientes en Venezuela, a una serpiente de agua como la boa [Boa constrictor] y en especial los Pemón, de estirpe Caribe, quienes poseen un interesante mito titulado “Kayemö” que representa el espíritu de una boa que había comido a un niño de la etnia y luego de cazada fue descuartizada y parte de su piel distribuida entre varios animales de donde tomaron el color de sus pieles o plumajes. En el mito “La lluvia y los agujeros de los jokooche’e” se menciona que Pulowi es enemigo de Juyá y es “ella quien le impide llover. Cuándo el truena, cuando en la tierra en la que estamos se pone a temblar, ello quiere decir que Juyá llega cerca de ella…Pero se dice también que es el arco iris el que se opone a la lluvia.” (Perrin, M – 1993:101). Cita ese autor que por contraposición a la época de sequía, Juyá es la lluvia. “El la personifica. Por el contrario, Pulowi está explícitamente asociada a la sequía y a la estación seca. Ella está ligada al arco iris. Por su intermediario, o aún directamente, aquella se opone a Juyá e intenta impedirle que llueva”. (Perrin, M – 1993:165).







LOS FENÓMENOS NATURALES.-



DÍA Y NOCHE



El día tiene la misma designación quepara el Sol, es decirKai’.Sinembargo poseen nombres para partes del día como por ejemplo:kale’ues mediodía; alíuka, por la tarde. Wáttaasignifica mañana. En cuanto a la noche ai-kat, aikai.De noche:áipa’a.Anoche:áipa’ainka; kojóoshiá,la noche está nublada. Elcrepúsculo esmisatshi.La neblina yel rocío sonmisáiymánnuuya;



RAYOS Y TRUENOS



Los Wayúu nombran al relámpago con los nombres de ayá, ayáuá, ayaa. Al rayo lo designan como aka’püla juya, esta designación. contiene la partícula juyá, en evidente referencia a la lluvia y el verbo relampaguear es aka’pülauá o aka’pütauá. El trueno lo llaman atírila-kat. Según un mito relatado por J Wilbert (1962) se informa que tanto el relámpago como el trueno, son obra de Maleiwa “para demostrar su enojo por actuaciones indebidas de la gente” (Wilbert, J – 1962:112). En otro mito recogido por M Perrin (1976) titulado “La lluvia y los agujeros de los jokooche’e” se menciona: “Igualmente cerca de Neimalu hay una tierra pulowi. De noche sus relámpagos. De día está habitada por los jokooche’e –lagartos oscuros que lanzan sus cabezas hacia delante e hinchan la gran bolsa amarilla y roja de su cuello, en la dirección de los relámpagos, antes que llueva...” Vale decir que los lagartos anuncian de alguna manera la cercanía de las lluvias, precedidas por los relámpagos. (Perrin M – 1993:100-101). La lluvia sin relámpagos es mayánamiiñ, la llovizna es meémetaa y el verbo lloviznar es meméetaa.



ARCO IRIS



El arco iris es designado en el idioma Wayúu, como Kásipoliiñ ó Kasipoluin. En un mito, relatado por J Wilbert (1962) se dice que los Wayúu atribuyen la creación del arco iris a Maleiwa “para hacer cesar la lluvia” (Wilbert, J 1962:112) Hay una referencia al arco iris en la mitología Wayúu, dentro del mito “Lluvia y arco iris” recogido por M Perrin (1979) el cual comienza “Si no hubiera arco iris llovería sin cesar. Pero Arco iris se levantó para espantar a Lluvia. Arco iris sale al mismo tiempo que el. – ¡Atrás lluvia! le grita. /…/ Dicen que el arco iris es una serpiente, la lengua de una serpiente que vive bajo la tierra, como una raíz. Lo que le sale de la boca es triple: verde y azul, rojo y amarillo. Pero la serpiente misma es única, y tiene el color de lo que emana. Cuando Lluvia monta en cólera, dispara a la serpiente y le pega.” Agrega Perrin un dato interesante “algunos dicen que, más precisamente sale de una boa”. (Perrin, M – 1979:58 y 78). Este mismo mito se halla en una versión parecida entre los Caribe. También se inserta en esta última obra, otro mito titulado “El arco iris y el caimán”, según el cual el arco iris brotó de la boca de un caimán maliwüa de cuya boca salía el arco iris, en presencia de un cazador. (Perrin, M – 1993:102-103). Es oportuno mencionar a este respecto que, el personaje Lluvia (Juyá) es masculino para los Wayúu. Así mismo, que el arco iris está vinculado, para muchas otras etnias sobrevivientes en Venezuela, a una serpiente de agua como la boa [Boa constrictor] y en especial los Pemón, de estirpe Caribe, quienes poseen un interesante mito titulado “Kayemö” que representa el espíritu de una boa que había comido a un niño de la etnia y luego de cazada fue descuartizada y parte de su piel distribuida entre varios animales de donde tomaron el color de sus pieles o plumajes. En el mito “La lluvia y los agujeros de los jokooche’e” se menciona que Pulowi es enemigo de Juyá y es “ella quien le impide llover. Cuándo el truena, cuando en la tierra en la que estamos se pone a temblar, ello quiere decir que Juyá llega cerca de ella…Pero se dice también que es el arco iris el que se opone a la lluvia.” (Perrin, M – 1993:101). Cita ese autor que por contraposición a la época de sequía, Juyá es la lluvia. “El la personifica. Por el contrario, Pulowi está explícitamente asociada a la sequía y a la estación seca. Ella está ligada al arco iris. Por su intermediario, o aún directamente, aquella se opone a Juyá e intenta impedirle que llueva”. (Perrin, M – 1993:165).







TERREMOTOS



Temblar la tierra es para los Wayúu Atítaa, palabra asociada al verbo títaa = tronar.



TIEMPO Y CALENDARIO.-



LAS ESTACIONES



En la Guajira coexisten dos estaciones secas y dos lluviosas. En efecto, la primera estación seca va de fines de diciembre a principios de marzo-abril (Jemial), a la cual le sigue una lluviosa (Iwa) que termina a fines de mayo. La otra sequía comienza inmediatamente y finaliza a fines de agosto para ser seguida por otra lluviosa que dura de setiembre hasta fines de diciembre (Juyapu). Es decir que el clima de la península, está condicionado por los vientos alisios del este que soplan en el Golfo de Venezuela y del Mar Caribe por el norte. Por cierto que el autor M Perrin en su estudio (1992), diseña un esquema del calendario Wayúu y establece que pareciese que las estaciones lluviosas están precedidas aparentemente para la etnia, por la presencia del cúmulo estelar de Pléyades Iiwa (mediados de abril) y por la estrella Arturo Juyo’u o Juyóu, alfa de la constelación del Boyero, a comienzos de octubre. (Perrin, M – 1993:227). El espíritu de la lluvia es “Juyáin que suele aparecer presagiando la lluvia o que coincide con ella.” (Jusayú, M A -1977:472). Las estaciones secas las nombran joukatale’ulu. La designación para el agua de origen terrestre es Wiiñ.



ALMANAQUE



Los Wayúu no poseen, que sepamos, ningún instrumento para medir el tiempo. Sin embargo, la sucesión del mismo es contado de manera muy sencilla: día = Ka’i (Sol); el mes es Kashi ó Kashi-kai (Luna) y el año está nombrado Juyá, el dueño de las lluvias y más exactamente, cuando Juyoi (la estrella Arturo de la constelación de Boyero), culmina, hacia mediados de octubre. Su calendario, está vinculado pues, principalmente, por la aparición de las Pléyades y de la constelación de Boyero, en la época de lluvias cortas y por Juyá en las de mayor intensidad, como vimos antes. Dice el autor M Perrin (1993): “En los intervalos (mencionados – N) los nombres de las estaciones derivan sus normes de plantas o de animales salvajes. (Op. Cit. pp 226). Para el tiempo contado por meses usan el sustantivo Akashia. El tiempo en sentido general es Akalia (Hildebrandt, M – 1963:40-1).



EL FIRMAMENTO.-



SISTEMA DE ORIENTACIÓN



"El guajiro está orientado siempre por los puntos cardinales. Y distingue los puntos cardinales cercanos o lejanos.” Es la expresión que usa el autor guajiro Miguel Angel Jusayú, en nota explicativa, dentro del texto del “Relato del niño malcriado” cuando uno de los personajes dice refiriéndose al niño que lloraba –Llévenlo ahí hacia el lado oeste” (Jusayú, M A - 1986:114). En efecto, las designaciones de los puntos cardinales son los siguientes: norte = Pañáapinaa, paláaje, recordemos que la palabra Palá significa mar; sur = ; este = chíi, wiñ y oeste = müiñ.



LA MANERA DE CONTAR



La etnia Wayúu posee un sistema bastante completo de numeración como veremos enseguida. Hemos utilizado como fuentes los trabajos de Alfredo Jahn (1927); Martha Hildebrandt (1960) MH; Miguel A Jusayú (1977) y Jesús Olza Zubiri & Miguel A Jusayú (1986), donde la ortografía es más moderna y más actualizada que la del Dr. Alfredo Jahn y la Dra. M Hildebrandt.







EL SISTEMA SOLAR



SOL - Ka’i



El Sol es reconocido por los Wayúu y lo distinguen con el nombre de Ka’i ó Kai. En mitos recogidos por J Wilbert (1962) refiere que “el Sol es la hoguera de Maleiwa que calienta al mundo y que ha existido siempre” (Wilbert, J – 1962:112). El escritor Wayúu, Ramón Paz Ipuana (1977), recoge en una compilación de mitos de su etnia, uno titulado “El Sol de vueltas como el viento” y allí se dice: “Puede ser que la gran superficie de arriba sea aquél corral grande donde estén reposando los ganados de los guajiros, o lo que nosotros podemos ver ahí, sean los ojos de esos ganados, así como Ka’i, nuestro sol, nuestro sombrero inmenso, ese sombrero resplandeciente. Todas las mañanas el sol trabaja, tiene que trabajar todo el tiempo, es su destino trabajar, pues todos los hombres tiene que seguir ese ritmo de trabajo, también los pájaros, las plantas, las flores, los animales, el hombre tiene que hacerlo, tienen que elevarse, tienen que hacer que Juyá, el dios de la lluvia, nos llene de nubes, y así Ka’i es el ser que camina y guarda entonces su sombrero, es invisible, pero siempre está en el trasfondo, y se concibe como ente, personaje que vive, que siente, que permanece en los vientos, que cree, que siente grandes necesidades de estar sobre la tierra, y que tiene todas sus aventuras.” (Paz I, R – 1977- Citado por Lyl Barceló S en: Permontón Wanamari – 1982:220-221).



En uno de los mitos recogidos por M Perrin (1979) titulado “Sol y la india rica” se relatan incidentes con el robo de caballos de la hacienda de una mujer guajira, la cual cansada de buscar los animales perdidos, se encuentra con un guajiro rico que iba caballo y luego de preguntarle qué hacía por esas tierras, ella le cuenta la pérdida de sus caballos. El la invita a seguirlo y llegan a la casa de Sol. Allí estaban los caballos robados. Pero le advierte que no entre a la casa porque su mujer es muy peligrosa. Ella desobedece y Pülowi, la mujer de Sol, la mata. Cuando regresa Sol, la halla muerta y reclama a su esposa que la reviva. Esta lo hace y Sol le ordena regresar por donde vino con sus caballos. A este propósito anota Perrin: “Los guajiros dicen tradicionalmente que el Sol entra por un hueco en la tierra cuando se oculta y que camina por debajo por la noche, en un sentido contrario a su recorrido diurno”. (Perrin, M – 1979:222-234)



En otro mito recogido por el autor antes citado, titulado “Se han comido al Sol” se cuenta que un día en “un año de abundantes lluvias /…/ un día, al caer la mañana el Sol desapareció /…/ Le gente fue presa de pánico. Era cerca del mediodía y hubiera uno creído el amanecer. Todo se había extinguido y se había puesto oscuro /…/ se pasó el día sin que volviese a aparecer. No brilló de nuevo sino al día siguiente”. Lo cual denotaría, según este autor, la ocurrencia de un eclipse de Sol resultando una explicación lógica por el susto o la impresión que produce un eclipse total de Sol, sobre todo si es prolongado en el tiempo. (Perrin, M – 1979:154).. Los guajiros generalmente efectúan el primer entierro, colocando la cabeza del difunto acostado, hacia el este, sitio por donde sale el Sol.



LUNA - Kashi



La Luna, es reconocida por los Wayúu pero no tiene una connotación especial, a excepción de que sirve para medir el paso del tiempo en un mes wanee kashi. Por cierto esta es la manera más antigua de medir el paso de los días guante un mes, no solamente entre las etnias más antiguas presentes en Venezuela, sino en el resto del mundo. Es decir, que la regularidad de su aparición y desaparición, o su período sinódico, sirve no solamente para el disfrute de su espectáculo, sino que tiene un uso determinado en la medición del tiempo. Para esta etnia, “la luna es una lámpara con que Maleiwa, ilumina a los humanos”. (Wilbert, J 1962:112). Los Wayúu le asignan, como varias etnias en Venezuela, el sexo masculino a la Luna y relacionan con la menstruación de la mujer. En un mito recuperado por M Perrin, titulado “La Deuda de Juya” en una referencia a dicho ser mítico, se dice: “Sin embargo, como Luna, Juyá es nuestro padre: Músü kashi, washikiikai Juyá /…/ Luna es nuestro padre, dicen los guajiros: washii kashi, münüshi. Sin Luna las jóvenes no tendrían sus reglas sükashia y sin ellas una mujer no puede tener hijos /…/ Como Luna, Juyá es muy viril. (Perrin, M – 1993:104-106).Explica este autor que según los guajiros, la inexistencia o interrupción de la menstruación de las mujeres, es lo que permite que esa sangre alimente al feto. De allí que “Luna es nuestro padre y somos hijos de nuestra madre con la ayuda de Luna, somos carne de nuestra madre y que es aquél que da su alma a cada individuo” Es decir que la Luna que controla las menstruaciones de las mujeres, es además de padre de los guajiros, quien también los dota de alma. (Perrin, M – 1993:216). En el rito de pubertad, la sociedad guajira sigue practicando la reclusión de la niña, cuando tiene la primera menstruación. Los guajiros como muchas otras etnias en Venezuela, en especial los Caribe y los Warao, relacionan la menstruación con la Luna. De hecho existen varios mitos acerca de esa relación. En el caso de los Wayúu, consideran que es l Luna la que produce el fenómeno biológico, puesto que consideran que Luna es la que perfora a la niña para convertirla en mujer. Y es tan arraigada la costumbre que al salir de la reclusión que dura entre algunos meses y algunos años, según los padres sean pobre o ricos, la joven “es llamada Akashia o sükashia, palabra derivada de Kashi, luna o mes lunar” (Perrin. M – 1993:235). Además, consideran que Luna es hermano de Sol y de Wanülü. Así lo cita M Perrin: “Luna, Sol y Wanülü son hermanos. Antes trabajaban juntos. Pero un día se repartieron las tareas. Durante la noche, Luna, nuestro padre, trabajo al mismo tiempo que Wanülü, en tanto que Sol, queda bajo la tierra.” (Perrin, M – 1993:254).



PLANETAS



Una referencia a Venus, se halla en el mito “Pulowi y el cazador de venados” cuando un cazador retorna a su casa sin ninguna pieza en la madrugada. Este mito fue recopilado por Michel Perrin. (Perrin, M – 1979:76; 1993:68-78). En idioma Wayúu Venus se llama Jolotsü (Perrin. M – 1980:69 y 1993:232; Jusayú, M A -1977:464) o Jolotsi (M Hildebrandt – 1963:155) y es el único planeta, que sepamos, es reconocido por la etnia. Está representado en el atuendo (Karatsü) que utilizan tanto el bailarín en la danza Yonna, (Ver gráfica1) .0como quien toca el tambor, y que consiste en una especie de diadema o corona (Kotsü), a la cual está adherido un vástago que soporta un rombo que formaría una ligadura (sülajakat) tejido con hilos de varios colores que sería el “ojo de Juyá del cual sigue un penacho de plumas de guacamayo o de gallo, o a veces de cola de zorro”, Y menciona este autor que “ciertos guajiros comparan esta “atadura a Jolotsü, el planeta Venus o a Juyo’u la estrella Arturo.” (Perrin, M – 1993:232). Ahora bien, el autor Perrin, incluye, la lado del dibujo del atuendo Karatsü uno de una enfilación estelar entre la estrella Arturo, alfa de la constelación de Boyero, el cual se prolonga hasta el brazo de la constelación de la Osa Mayor. Reproducimos parte de este dibujo de seguidas. El autor M A Jusayú dice al respecto: “se consideran algunas estrellas de la Osa Mayor, y del Boyero como su brazo: Jütüna juyou.” (Jusayú, M A – 1977:472).



Es verdaderamente importante esta mención del autor M Perrin, porque no solamente es la corona, sino el rombo que dice representar a Venus o al “ojo” de la estrella Arturo. A este propósito, mencionamos que la representación del planeta Venus, en el área Maya es una figura que consta de una especie cruz, rodeada por una línea, cuyo símil, hemos hallado en pinturas rupestres y petroglifos de Venezuela, en el área probablemente ocupada por los proto-Caribe. (Sánchez P, D – 2003). Sin embargo, nada negaría esta esa otra forma de representación de Venus, sobre todo si algunos indígenas de la etnia Wayúu, así lo identifican.



ESTRELLAS Y CONSTELACIONES



Las estrellas son llamadas Shüliwala y para el cielo estrellado utilizan Shüli’waoiuiá. (Jusayú, M A – 1977:557) y Jetosi “estrella, derivado de Jeróttaa, estar visible referido a la Luna y estrellas” según Martha Hildebrandt (1963). Para la etnia, “las estrellas son lámparas más pequeñas (que la Luna -N) y son creación de Maleiwa”. (Wilbert, J – 1962:112).



Los Wayúu distinguen en varias constelaciones occidentales como la Osa Mayor Iwua, (Wilbert, J – 1962:112) así como algunas estrellas importantes como Arturo (Boyero), Sirio (Perro Mayor), Antares (Escorpión), el cúmulo estelar de Pléyades (Toro), parte de Orión, Vega (Lira), Espiga (Virgen). Por ejemplo, establecen una especie de constelación que partiendo de la estrella Arturo (alfa de la constelación de Boyero), en un arco imaginario que uniría al grupo de estrellas que junto con el cuadrángulo, forman la constelación Osa Mayor. Para los Wayúu, Arturo sería el ojo de un personaje mítico importante como Juyo’u y el arco hasta la Osa Mayor sería un brazo extendido de dicho personaje. Algunas de esas estrellas importantes, representan para ellos, personajes míticos quienes además, están relacionados directamente con el clima de la Guajira, determinando las épocas de lluvias, pocas o intensas y las de sequías. Para mayor facilidad del lector, hemos separado bajo los nombres de las constelaciones involucradas o algunas estrellas de primera magnitud en la Astronomía de los Wayúu, las informaciones pertinentes registradas en los mitos de esta importante etnia.



Osa Mayor – Iwua



Según una versión de J Wilbert (1962), “Creen los Goajiro que la constelación de la Osa Mayor, a la que llaman Iwua (primavera), tiene influencia sobre la lluvia: si empieza a llover cuando dicha constelación está llegando al centro del cielo, a la parte más alta, (cenit -N), creen que el agua de esa lluvia tiene propiedades curativas. Algunas veces cuando llueve, la tierra está muy seca y al caer el agua se produce una espuma, que puede también curar enfermedades de la piel, por ejemplo escoriaciones, verrugas, etc. para lo cual se frotan la espuma sobre la parte afectada.” (Wilbert, J – 19+62:112).



Arturo – Juyo’u



Entre las constelaciones reconocidas por la etnia Wayúu, se halla la del Boyero y en especial, su estrella alfa, conocida como Arcturus (Arturo) cuya designación es Juyo’u. Según el autor Miguel A Jusayú (1977) “Juyóu, Arturo, astro que se mira para calcular cómo va el tiempo de la lluvia. Se traduce “ojo de la lluvia”. Los guajiros relacionan la estación con el nombre de la estrella que deja de verse al atardecer; esta estrella preside las grandes lluvias de octubre.” (Jusayú, M A – 1977:472).



Pléyades – Iwa, Iiwa



El cúmulo estelar de Pléyades, perteneciente a la constelación de Taurus (Toro) lo reconocen los Wayúu con la designación Iiwa (Perrin, M) ó Iwa (M A Jusayú). De hecho, la aparición de las Pléyades en abril-mayo, denotan para los Wayúu la llegada de las lluvias. De allí que este corto período en la Península, lleve el nombre que dan al cúmulo mencionado. En el mito recogido por M Perrin (1969) titulado “La Pulowi de Ayajui y las hijas de Juyá” se menciona que cuando le avisaron a Juyá de la muerte de sus dos hijas por parte de Pulowi, el Juyá sospechó de Ayajui e “hizo llamar a Iiwa y a Oummala”. (Perrin, M – 1993:53). En otro trabajo del mismo autor titulado “Hambre ataca” basado en versiones recogidas entre los Wayúu en 1970, cuando su interlocutor le cuenta lo que significa la estación seca en la Guajira, luego de describir las vicisitudes de los Wayúu por falta de agua, le dice: “Una o dos lunas después de las lluvias de Iiwa – la constelación (sic) de las Pléyades- los guajiros comienzan a cavar pozos, en el interior de los jagüeyes secos.” Es decir que dos meses después de la aparición de Pléyades en abril-mayo, es un indicativo de prepararse para mitigar la sequía que se producirá luego, cavando pozos. (Op.. Cit. pp 96). En otro mito recopilado por el mismo autor, llamado “La deuda de Juyá” cuando se trata de un hecho punible, se afirma que: “Las lluvias abundan porque Juyá ha cometido una fechoría; su mujer (Pulowi – N) fornicaba con Iwa y aquél mató al hermano de ésta. Ahora, para pagar esta muerte, Juyá debe reunir gentes y animales.” (Perrin, M – 1993:104). Es necesario puntualizar aquí que los Wayúu tienen un sentido muy claro de las responsabilidades y según sus leyes, quien delinque debe pagar a los familiares de la victima por los daños ocasionados. En este caso los hechos ocurrieron entre personajes míticos, pero aún así se aplica la Ley Guajira. Por su parte el autor guajiro Miguel A Jusayú cita que Iwa son “las Pléyades o cabrillas, es una constelación (sic) que se ve en el firmamento 1/…/ Al igual que los otros astros se mira para poder calcular el tiempo en la noche. /…/ Además hay también un período de tiempo lluvioso, que lleva la misma denominación Iwa. Se llama así la primavera o primeras lluvias, porque no alcanzan a ver en el cielo las Pléyades en esa época” Así mismo utilizan otros términos como: Iwapü bajo la estación de Iiwa, durante el tiempo lluvioso, que lleva la misma denominación de Iwa. Iwatumüin es la cosecha que se logra o se recoge durante el tiempo de lluvias de Iwa que abarca desde abril hasta junio.” (Jusayú, M A – 1977:447)



Antares – Pamu, Paamu



Otra de las estrellas distinguidas por los Wayúu es la Antares Pamu de la constelación Scorpio (Escorpión). De hecho Pamu ó Paamu es “Nombre de una estación en que las lluvias secan las plantas” (Jusayú, M A – 1977:537).



Vega - Ichii



“Ichii, designa Vega y las lluvias cuyo fin anuncia” (Perrin, M – 1993:143) Recordemos al lector que Vega es la estrella alfa de la constelación occidental de Lira. Por otra parte, la palabra Ichíi se sinónimo de sal, según el diccionario de M Hildebrandt ciado.



Orión - Patünainjana



La constelación de Orión es designada por os Wayúu como Patünainjana (Perrin, M – 1993:227). El autor Miguel A Jusayú cita: “Patünainjana es el nombre de algunos astros que sirven para la orientación durante las noches y de señal para la llegada de cierta estación lluviosa. Constelación de Orión que deja verse en mayo y da nombre a la estación.” (Jusayú, M A – 1977:539).



Sirio – Oummala



Sirius (Sirio), la estrella alfa de la constelación del perro Mayor (Canis Major), la más brillante que el ojo humano puede distinguir en el firmamento, es reconocida por los Wayúu con el nombre de Ounmmala. Esta estrella es llamada (en la mitología Wayúu) en auxilio de Juyá, al enterarse que Pulowi había asesinado a sus dos hijas en el mito recogido por M Perrin (1969) titulado “La Pulowi de Ayajui y las hijas de Juyá” (Perrin, M – 1993:53). El autor Miguel A Jusayú cita: “Óu(n)mala parece ser que es Patü’nainjaná, es decir Orión, aunque a veces parece que es Sirio, es una época del año, junio, cuando al atardecer deja verse.” (Jusayú, M A. – 1977:528). Deseamos aclarar al lector que, efectivamente, la estrella Sirio de la constelación del Perro mayor aparece relativamente cercana a la de Orión, cuando ambas están visibles.



Espiga (Spica) Iruala, Irru’wálá



La estrella Espiga Iruala (Spica) alfa de la constelación de Virgen, es mencionada en una versión de mitos recogida por M Perrin (1970) en referencia a los problemas que ocasiona la sequía a los Wayúu, cuando afirman: “La sequía es el enemigo de los guajiros. Es ella la que trae el hambre. En la ansiedad los guajiros esperan a juyapu, la estación de las lluvias, el tiempo de Juya. –He allí el trueno de Iruala ¡vamos a sembrar!.” (Perrin, M – 1993:97). ES decir, que la aparición de la estrella Espiga o Iruala, es señal del fin de la sequía y la proximidad de las grandes lluvias de octubre. Por su parte, el autor Miguel A Jusayú expresa: “Irru’walá es el nombre de un período lluvioso que puede ocurrir durante la cosecha de irrúa (un fruto parecido a la aceituna) o sea desde el mes de agosto. También así se llama a Espiga, la estrella que deja de verse en esta época. (Jusayú, M A – 1977:443).



Meteoro - Jirunu



Los meteoros o “estrellas fugaces” como popularmente se conocen, a pesar que no son estrellas sino restos de cometas, son reconocidos por los Wayúu como Jirimu



GALAXIA - Spüna wayúu ouktüsü



La etnia Wayúu distingue el brazo visible de la Vía Láctea (la galaxia a la cual pertenece nuestro Sistema Solar) como: “Spüna yoluja” donde spüna es camino de los yolujas o wopu Jepiramüin el camino de Jepira”, es decir el camino hacia el lugar donde van los espíritus de los indios muertos. En un mito titulado “La muerte Guajira” se dice: “Cuando un guajiro se enferma, su alma está como prisionera, allí donde se encuentra el sueño. He ahí entonces que el espíritu del chamán puede encontrarla y devolvérsela al enfermo. Pero si no la encuentra, si está escondida, si ella ha entrado en algún lugar, el guajiro muere. Su alma ha atravesado el camino, el camino de los indios muertos: spüna wayuu ouktüsü, la Vía Láctea.” Y finaliza el mito afirmando: “Pero nosotros morimos dos veces. Una vez aquí y una vez en Jepira.” (Perrin. M – 1993:30-31). Como apreciará el lector, luego de la muerte y el primer entierro, el cadáver del guajiro es desenterrado luego de algún tiempo, y sus huesos son recogidos, limpiados y guardadazos en sendas vasijas de barro y luego vuelto a enterrar, según la costumbre guajira. Sin embargo, su espíritu va a la Vía Láctea desde la ocurrencia de la muerte física. Aquí conviene mencionar que otras etnias de Venezuela que reconocen nuestra Galaxia, también asignan idéntico destino a los espíritus de los indios o de chamanes que mueren. Tales son los casos de las etnias Ye’kuana y Warao.